miércoles, 3 de junio de 2009

LEECCION 8- DONES CREACIONALES

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Lección 8—Dones creacionales
Este es un estudio de Romanos 12.3–8. Hemos establecido que los dones de Romanos 12 son del Padre, comúnmente llamados «dones creacionales». Se relacionan con las tendencias internas que nos impulsan a la acción. Una correcta comprensión de este pasaje y sus dones puede cambiar radicalmente la imagen que tenemos de nosotros mismos,

Ya que buena parte de ella depende en gran medida de lo que comprendemos acerca de la forma en que Dios nos ha «preparado». «¿Por qué pareciera que no puedo dejar de dar o de darme?» «¿Por qué me conmueven tanto las emociones ajenas?» «¿Por qué siempre estoy tratando de que la gente “aprenda lo que tiene que hacer” y “cumpla las reglas”?» «¿Por qué no soy un organizador tan eficiente como el hermano Tomás?» Entender los dones creacionales nos permitirá responder a estos interrogantes.
El infortunado dilema que muchos enfrentan es que sienten que no tienen ningún valor especial. Muchos creyentes piensan que cualquier «mentecato» podría fácilmente ocupar el lugar de ellos en la vida y en la Iglesia. Es lamentable, porque Dios no crea «mentecatos». Cada vida humana es única para El, y su propósito es que cada persona viva y desarrolle esa preciosa y muy especial singularidad (Sal 139.13–18; Jer 1.5). No es su intención que las personas atraviesen la vida buscando incansablemente su lugar en la sociedad o en la Iglesia, en constante agitación espiritual acerca de quiénes son, saltando de una carrera a otra, o de un ministerio a otro, procurando encontrarse a sí mismas.
Tampoco es el propósito de Dios que ninguna persona que forma parte de su cuerpo sienta que es la única o la mejor dentro del mismo por el hecho de que posea algún don en particular. Nacido de una incorrecta comprensión del designio de Dios para su Iglesia, este orgullo puede ser una tendencia tan pecaminosa como el tener una autoimagen pobre. ¿ Recuerda lo que establecimos en la lección anterior acerca de pensar con cordura, sobriamente? Debemos tener esto en mente mientras estudiamos cada uno de estos dones, «porque de la manera en que en un cuerpo tenemos muchos miembros, pero no todos los miembros tienen la misma función, así nosotros, siendo muchos, somos un cuerpo en Cristo, y todos miembros los unos de los otros» (Ro 12.4, 5). No hay jerarquía alguna en relación con estos dones; nuestra tendencia es optar por lo que creemos que son los dones más «fascinantes», tales como profetizar o enseñar; pero Dios desconoce tales distinciones jerárquicas. Cada persona es esencial, como lo es cada uno de los dones.
De modo que avancemos, para ver lo que podemos descubrir acerca de cada uno de estos dones.
UNA MEDIDA DE FE
«La medida de fe que Dios repartió a cada uno» (v. 3). «Repartió» significa justamente eso, que se reparte algo entre varios. «La medida de fe» no alude a la fe de la salvación, sino a la fe que acompaña el recibir y usar los dones que Dios nos da». Pablo se vale luego de la expresión «la medida de fe que[...] repartió a cada uno» de manera intercambiable con «teniendo diferentes dones, según la gracia que nos es dada» (v. 6).
Lea Romanos 12.6–8 y enumere los dones.
Repase estos versículos y note el mandato específico que acompaña a cada don.
PROFECÍA
«Si el de profecía, úsese conforme a la medida de la fe» (v. 6).
RIQUEZA LITERARIA
Profeclas, profetela. De pro, «delante», y phemi, «hablar». El sentido primario de la palabra no es el de predicción, de pronóstico, sino interpretativo, declaratorio, o expresivo de la voluntad y el consejo de Dios.Tiene que ver con adquirir conciencia de las verdades aun no reveladas por Dios y con proclamarlas a medida que son manifestadas. Las expresiones proféticas van acompañadas de una tremenda percepción espiritual. Casi siempre, en el Antiguo Testamento, se llamaba «vidente» a la persona con visión profética (1 S 9.18; 2 Cr 33.18).
En la Biblia la profecía es muy diversa. Puede operar tanto en el archiprofeta Jesucristo, en un extremo, como en los profetas clásicos del Antiguo Testamento, los actuales ministerios proféticos de la Iglesia, algún don creacional o manifestación del Espíritu, en el otro. Por lo tanto, la comprensión precisa de la profecía, en especial en las listas de dones, estará determinada por el contexto de estas. Por consiguiente, quien tenga el don de profecía de Romanos 12.6 será una persona dotada por Dios de una capacidad excepcional para percibir cuestiones independientemente de alguna función ministerial o de alguna manifestación particular del Espíritu. La persona ve la totalidad de la vida con una percepción profética especial. Por ello algunos le han dado a este don creacional en particular el nuevo nombre de «percepción», para distinguirlo de los dones de Efesios 4.11 y 1 Corintios 12.10. Esto es legítimo tanto desde el punto de vista lingüístico como contextual.
Aunque en 1 Corintios 14.24, 25 se habla acerca de la manifestación del don del Espíritu de profetizar, se proporciona información valiosa acerca de la naturaleza de la profecía en general, información que es transferible a este don también. Lea esa sección y conteste las siguientes preguntas:
Según el versículo 24, ¿cuáles son las dos cosas que hace la profecía?
En base a los versículos 24, 25a, ¿cuál es la relación entre la percepción profética y las intenciones o motivaciones secretas del corazón?
¿Cuál es el resultado de esta revelación profética? (v. 25b).
Dado que ningún don opera en forma perfecta, sin la intervención de la carne, ¿cuál es la advertencia de Pablo que se agrega a este don? (v. 26).
Sobre la base de su comprensión de este don, ¿qué uso especial cree que podría tener Colosenses 3.12, 13 en las vidas de los que tienen este don en particular?
La persona que tiene este don, entonces, contemplará la totalidad de la vida con el deseo de que la convicción de pecado, la responsabilidad, el arrepentimiento, la confesión y una percepción profunda de Dios ocupen un lugar central. Casi no podrá operar en torno a otros sin que estos aspectos de la vida de Dios se agiten constantemente en lo profundo de su ser. Siente una profunda preocupación por ver que los motivos sean correctos y la gente se enfrente con la verdad acerca de sí misma, y entienda claramente las realidades que hay detrás de lo que hace. Es por ello que este don debe ser usado con humildad y con el oído atento a Dios.
EL SERVICIO
«O si de servicio, en servir» (Ro 12.7).
RIQUEZA LITERARIA
Servicio, diakonia. Diakonia aparece unas treinta y cuatro veces en el Nuevo Testamento. Su significado básico es «brindar ayuda, auxilio o asistencia personal a otros». En el griego secular se usaba para la actividad de servir las mesas, ocuparse de las necesidades de la familia o para servicios en general. Proviene de la misma raíz griega de la palabra «diácono» (1 Ti 3.8).
¿Cómo servían los de la «familia de Estéfanas»? (1 Co 16.15)
Tomando a Jesús como modelo, ¿cuál ha de ser la actitud de los que poseen este don? (Mt 20.28).
UNA MIRADA A MARTA
Conforme a Juan 12.2, ¿cuál es una de las maneras en que se recuerda a Marta?
Según Lucas 10.38, ¿cuál es una de las formas en que quienes poseen este don lo demuestran?
En base a Lucas 10.39, 40, ¿cuál parece ser la preferencia de quienes tienen este don?
De acuerdo a Lucas 10.40, ¿cuál parece ser uno de los riesgos asociados con los que poseen este don?
Según la exhortación que acompaña a este don en Romanos 12.7, ¿cuál otro riesgo parece implicar el mismo?
Por lo tanto, los que tienen el don del servicio son agraciados de una manera especial para demostrar el amor de Dios, al solucionar necesidades prácticas y brindar asistencia. A veces son llamados «servidores» y encuentran gran satisfacción en hacer cosas por otros. Son «las manos y los pies» del cuerpo de Cristo de una manera especial, y a menudo prefieren hacer algo con sus manos antes que hablar. Se ocupan de que las necesidades prácticas del cuerpo de Cristo sean cubiertas y que las tareas dentro de la Iglesia se hagan de manera eficiente. Aunque este don no está vinculado a ningún cargo específico en la Iglesia, la persona que lo posee puede ser un excelente diácono o diaconisa.
EL QUE ENSEÑA
«El que enseña, en la enseñanza» (Ro 12.7).
RIQUEZA LITERARIA
Enseña, didasko. En el griego clásico el significado elemental de didasko sugiere la idea de hacer que alguien acepte algo. Se puede traducir como «enseñar, informar, instruir, demostrar o prescribir». Tiene como meta comunicar conocimientos y habilidades de manera sistemática, para lograr el desarrollo de las personas. Los maestros se entregan a los hechos y a la instrucción sistemática. En el Nuevo Testamento el enfoque de la enseñanza es cómo llevar a cabo la voluntad de Dios.
Las personas que tienen este don mencionado en Romanos 12.7 son las que, independientemente de su cargo o ministerio particular dentro del cuerpo de Cristo, están motivadas por el deseo de clarificar y exponer la verdad. Disfrutan de los retos de la mente y del aprendizaje. Por lo general, son capaces de transmitir bien, y siempre sentirán la necesidad de que la verdad bíblica sea expuesta con precisión, con pruebas bien documentadas de las conclusiones a que lleguen.
¿En qué sentido la palabra enseñar podría reflejar una actividad propia de todos los creyentes? (Col 3.16).
¿Qué exhortación se les da a quienes tienen este don? (Ro 12.7) ¿Qué podría indicar esto con respecto a la posibilidad de que quienes lo tienen lo expresen y le den rienda suelta?
De Jesús, el Gran Maestro, aprendemos muchas verdades acerca de la enseñanza en general que se aplican a esta gracia.
¿Cuál era la fuente esencial de la capacidad de Jesús para enseñar? (Lc 4.17)
¿Cuáles eran sus dos objetivos primordiales al enseñar? (Mt 22.34–40)
Al menos en una ocasión, ¿a qué le asignó grandeza en el Reino de Dios? (Mt 5.19, 20)
Por otra parte, estos maestros pueden o no enseñar de manera formal en la Iglesia, no obstante, nos impulsan por todos lados a comprender la sana doctrina y a que nos enseñen adecuadamente en la Palabra.
EL QUE EXHORTA
«El que exhorta, en la exhortación» (Ro 12.8).
RIQUEZA LITERARIA
Exhorta, parakaleo. Un llamado a acercarse y ayudar, confortar, ofrecer consuelo o ánimo, apelar a, urgir o alegrar; el que exhorta ofrece un estímulo de apoyo, y sostiene a los que requieren asistencia a la vez que los urge a seguir un determinado modo de conducta. La parakiesis («exhortación») puede llegarnos por el Espíritu Santo, por las Escrituras o por otras personas que poseen este don (2 Co 5.20). (Véase también Consolador en la lección 1.)
El que posee este don particular de Romanos 12 está motivado a alentar a las personas a crecer en el Señor. Son equipados con la gracia especial de estimular o guiar a la gente (cf. Hch 8.31) a seguir una conducta digna y a progresar en lo personal; hacen de la doctrina algo práctico. Suelen ser personas muy positivas, con una visión de la vida básicamente optimista. Siempre demuestran interés en ver cómo convertir la tribulación o la adversidad en vida de éxito y en madurez en el Señor.
Según 1 Tesalonicenses 2.11, 12 y 4.9, 10, ¿en qué áreas específicas están interesados los que exhortan en ver crecimiento y éxito?
Según Hechos 14.22, ¿cuál es otra de esas áreas?
Se nos habla en Hechos 4.36 de un tal «José, a quien los apóstoles pusieron por sobrenombre Bernabé (que traducido es, hijo de consolación)» ¿Qué nos dice su vida acerca de aquellos que tienen el don de la exhortación?
Hechos 9.27
Hechos 15.39 con Colosenses 4.10
Los exhortadores suelen ser muy buenos predicadores; pero, por otra parte, estos dones son independientes de los cargos eclesiásticos.
EL QUE REPARTE
«El que reparte, con liberalidad» (Ro 12.8)
RIQUEZA LITERARIA
Reparte, metadidomi. Dar, compartir, impartir, distribuir, otorgar. Esta palabra denota liberalidad o generosidad. Se usa para exhortar a aquellos que tienen dos túnicas a dar una a quien que no tiene ninguna (Lc 3.11); para estimular a la gente a dar con alegre efusión (Ro 12.8); y para instar a los trabajadores a que laboren con diligencia para poder dar a quien padece necesidad (Ef 4.28). También implica la idea de sostener a otros, o de sacrificarse por otros.
Los que tienen este don de Romanos 12 no son sólo donantes financieros; son más bien contribuyentes completos con el don especial de dar apoyo material, físico, emocional y sicológico a otros. Son personas que dan de manera especial, brindándose a sí mismos para dar apoyo y aliento a la gente. Son los que se ponen a la par de las personas y sus proyectos, y los apoyan; su principal deseo es asegurarse de que la gente se vea respaldada.
Lea los siguientes pasajes y observe qué debe ser dado o impartido a otros por medio de este don.
Lucas 3.11
Romanos 1.11
Efesios 4.28
1 Tesalonicenses 2.8
UNA MIRADA A ABRAHAM
Abraham ilustra el don de la entrega. Ya que fue un verdadero dador, observemos su vida.
¿Qué dice Génesis 13.2 acerca de que se le confiaron bienes?
¿Qué indica Génesis 14.11–16 sobre su disposición a actuar en favor de los que tenían necesidad?
En cuanto a su actitud respecto a diezmar, ¿qué señala Génesis 14.17–20?
¿Qué dice Génesis 22.1–3 acerca de su disposición a dar sacrificialmente?
Acerca de su percepción del valor de las cosas y su deseo de ser honesto en una compra, ¿qué dice Génesis 23.1–16?
Los que reparten, entonces, se preocupan porque tengamos acceso a bienes suficientes, que recibamos, además, aliento y apoyo para hacer cosas para Cristo. Se les exhorta a dar «con liberalidad». Esta palabra tiene el sentido de ser liberal, generoso, sin restricciones. En otras palabras, aquellos que tienen este don deben cuidarse de la tentación de repartir con mezquindad, o de dar esperando recibir algo en recompensa, o esperando que otros hagan lo mismo.
EL QUE PRESIDE
«El que preside, con solicitud» (Ro 12.8).
RIQUEZA LITERARIA
Preside, prohistemi. Prohistemi significa estar a la cabeza de, gobernar, dirigir, administrar o brindar liderazgo. Se usaba a menudo para las personas en posiciones de superintendencia, líderes en algún ejército, estado o en algún partido político. Otra palabra podría ser «facilitadores».
Las personas de Romanos 12.8 tienen el don de coordinar a la gente para que lleve a cabo actividades y metas. Están particularmente dotadas para presentir problemas generales, estudiar necesidades, reclutar a otros para realizar trabajos, evaluar el tiempo que requiere completar una tarea, organizar recursos, proseguir a pesar de la oposición y las presiones, y delegar autoridad. Proporcionan el ingrediente necesario para que el pueblo de Dios se organice eficientemente y lleve a cabo sus metas.
¿Qué hacen las personas descritas con esta palabra en 1 Tesalonicenses 5.12?
¿Qué tipo de gobierno, por parte del anciano, describe 1 Timoteo 3.4?
¿Cómo es preciso presidir? (Ro 12.8)
La palabra «diligencia» implica la idea de luchar o esforzarse por algo, o buscar afanosamente hacer algo (2 Ti 2.15; 4.9).
RIQUEZA LITERARIA
Nehemías ejeitió este don de liderazgo con diligencia. Lea los siguientes pasajes en Nehemías para aumentar su comprensión de la naturaleza de este don: 1.3, 4; 2.6, 12–18; 3; 4; 5.1–19; 7.1, 2.
EL QUE HACE MISERICORDIA
«El que hace misericordia, con alegría» (Ro 12.8).
RIQUEZA LITERARIA
Misericordia, eleeo. Eleeo significa tener misericordia o piedad por alguien, ser misericordioso o compasivo, o ayudar a alguien por piedad. En el griego clásico a menudo se describían las emociones que se sienten con la aflicción que alguien padecía injustamente.
Estas personas de Romanos 12 son las que Dios ha dotado de una medida especial de fe para identificarse emocionalmente con otros con el fin de mostrarles compasión. Son personas de gran «sensibilidad», con una marcada habilidad para percibir dónde están emocionalmente las personas, y para identificarse con lo que están sintiendo o padeciendo. Se proponen hacer el bien y ayudar a otros mediante una motivación desde lo más profundo. Rehuyen la dureza de alma; vienen a ser, de un modo especial, el «corazón» de la Iglesia.
Según Marcos 5.19, ¿por qué fue liberado el endemoniado gadareno?
Según Mateo 23.23, ¿a qué se compara la misericordia?
De acuerdo a Santiago 3.17, ¿de qué es signo la misericordia?
Según Romanos 12.8, ¿cómo ha de ser brindada la misericordia?
«Alegría» equivale a placer o gracia; es ser un rayo de luz en una sala de enfermos. Es probable que la exhortación a la alegría acompañe al don de la misericordia porque la base fuertemente emocional de este último lo hace propenso a la melancolía o a la depresión emocional.
EL BUEN SAMARITANO
Lea Lucas 10.29–37 y observe lo siguiente acerca del don de la misericordia en acción.
¿Cómo respondió el samaritano a la desgracia de la víctima? (v. 33)
¿Cómo lo ayudó? (v. 34)
¿De qué manera estuvo dispuesto a comprometerse? (v. 35)
CONCLUSIÓN
«Aunque sólo se mencionan siete categorías [de dones], al observarlas vemos que a pocos individuos se les puede describir con un solo don. Lo más común es encontrar una combinación de varios dones, con diferentes rasgos de cada don presentes hasta cierto grado, mientras que a la vez uno es el rasgo dominante en la persona. Sería un error pensar que uno cumple con el llamado bíblico a “procurar los mejores dones” (1 Co 12.31) si se limita a desarrollar uno o más de los dones del Creador mencionados en estas categorías. Estos dones que Dios nos da para ocupar nuestro lugar en su creación son la base». Por lo tanto, además de nuestro(s) don(es) de Romanos 12, cada uno de nosotros será usado en diversas manifestaciones del Espíritu, de la manera que El lo decida (1 Co 12); algunos tendrán también un don de Efesios 4.11, o los de ayudar, administrar, servir como diáconos o diaconisas.
FE VIVA
Descubrir cuál es su don (o dones) según Romanos 12 es de vital importancia. Ore fervorosamente por este material a fin de evaluar su posición.

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